Los síntomas de la depresión suelen ser bastante conocidos e incluye aspectos como la tristeza, la apatía, dificultad para disfrutar de la vida, paralización vital, dificultad para realizar las actividades normales de nuestra vida diaria, etc. Estos serían algunos de los síntomas que la persona que padece este trastorno o enfermedad padece a nivel interno, pero a nivel externo también suelen ser visibles, la expresión de la sintomatología suele ser vista por los demás y reconocible fácilmente.
En cambio, existe otro tipo de depresión en la que los síntomas, aunque la persona que los padece los sufre igualmente de manera privada o interna, no son mostrados de forma externa. Es más, son personas que, aunque pueden padecer todos los síntomas anteriormente descritos, externamente muestran alegría o felicidad y parecen llevar una vida completamente normal y funcional.
A este síndrome se le llama depresión sonriente o depresión atípica. Este tipo de depresión es peligrosa ya que como las personas que la padecen se ponen una “máscara” ante el mundo y aparentan una normalidad, es muy difícil de detectar para familiares o amigos de la persona que sufre esta depresión.
Dejando a un lado las causas de la depresión, hablaremos más concretamente de las posibles causas para esta “máscara” que las personas que la padecen se ponen en su vida diaria.
¿Cuáles son las causas de la depresión sonriente?
- Emociones parásitas. Muchas veces estas personas no son conscientes de las emociones que realmente están sintiendo y muestran otras como mecanismo de defensa o porque tienen dificultades para gestionar sus emociones.
- Función evitativa. Al no mostrar sus auténticas emociones exteriormente, sienten que puden evitar que se hagan reales, de esta manera intentan convencerse o reafirmarse en su postura de que en realidad están bien y no les sucede nada.
- Estigma o vergüenza. Hay personas que pueden tener prejuicios negativos acerca de la sintomatología de la depresión, que puede pensar que está mal vista socialmente, evitando y ocultando la expresión de estas emociones a causa de sus prejuicios intentan evitar sentir esta vergüenza.
- Baja autoestima. Las personas que padecen esta sintomatología pueden tener una baja autoestima, por lo que pueden llegar a considerar que sus emociones o su situación no es interesante para el resto o que no le importará a nadie, por lo que pueden tener miedo a mostrar sus emociones y que la gente no las valore o las desprecie, por lo que expresarán únicamente emociones positivas para evitar pasar por ese mal trago.
Las personas que padecen esta situación pueden ser muy sensibles a las vicisitudes de la vida diaria, y una pequeña buena noticia puede hacer que mejore su estado de ánimo, y una pequeña mala noticia puede hacer que vuelva a sufrir emociones altamente desagradables. También pueden sufrir sintomatología física como pérdida o aumento de apetito, dormir o sentirse más cansados de lo habitual o alta sensibilidades a los acontecimientos externos a causa de personas a su alrededor.
El tratamiento deseable para este tipo de sintomatología o trastorno sería compaginar farmacología con psicoterapia, ya que de esta manera los efectos de la terapia pueden ser más efectivos y mejor recibidos durante el trascurso de la problemática de la persona.
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José R. Martín
Col. 24026
