(…) Propongo la idea de que la finalidad de la psicoterapia es hacer a la gente libre. Libre todo lo posible, de fantasmas, ya sea síntomas psicosomáticos, como úlcera, o síntomas psicológicos, como timidez aguda. Libres, de nuevo, cuando fuere posible, de ser maníacos del trabajo para ganar más, de vernos forzados a repetir hábitos torturantes aprendidos en la primera niñez, libre de vernos forzados a elegir perpetuamente compañeros del otro sexo que acarrean continua infelicidad y continuo tormento. Pero más que todo eso, yo creo que la función del terapeuta ha de ser ayudar a la gente a hacerse libre para tener conciencia de sus posibilidades y para ponerlas a prueba.
Rollo May