Todos hemos tenido la sensación de padecer ansiedad en diferentes épocas de nuestra vida, pocas son aquellas que no remiten haberla sentido en alguna ocasión. Pero, ¿tengo estrés o ansiedad?
Primero debemos aclarar que el estrés es una respuesta fisiológica y mental ante la inminencia de un peligro percibido. La ansiedad es la generalización en situaciones (habitualmente) y en tiempo, de ese estrés inicial. Un día podemos tener estrés en el trabajo porque nos dicen que tenemos que entregar un informe antes de terminar nuestro horario laboral. Cuando durante una época tenemos estrés a diario por miedo a que nos pidan hacer algo parecido, entonces tenemos ansiedad.
Pero vayamos a los orígenes, ¿por qué tenemos estrés o ansiedad?
El estrés es un mecanismo de defensa que, igual que los animales, tenemos desde nuestros orígenes y además era muy útil, y ¡lo sigue siendo! Cuando éramos homínidos acabados de convertir en mamíferos bípedos, teníamos un “radar” ante posibles peligros. Antes la vida era mucho más peligrosa, éramos nómadas e íbamos desplazándonos, íbamos a cazar, podíamos encontrarnos animales peligrosos, tribus rivales, etc. Cuando teníamos en frente un peligro real, se activaba nuestro sistema nervioso y tensaba el cuerpo para hacernos más rápidos y fuertes y prepararnos para la huida, o para la lucha si era inevitable. El estrés es una respuesta automática para sobrevivir ante un peligro real.
Ha pasado poco tiempo evolutivamente desde que vivimos en una sociedad segura, por lo que no debemos enfrentarnos a diario con peligros que ponen en cuestión nuestra supervivencia. Pero seguimos teniendo ese “radar” tan eficaz ante peligros. Cuando este “radar” tiene una actividad disfuncional, empezamos a sentir ansiedad de forma generalizada en diferentes ámbitos de nuestra vida, lo cual nos impide dormir, relajarnos, estamos todo el día nervioso.… ¡Nuestra mente se siente constantemente en peligro!
Nosotros tenemos estrés/ansiedad no sólo cuando estamos en peligro, sino también ¡cuando pensamos que lo estamos! El ejemplo que normalmente se pone para entender este hecho es que una cebra en la selva siente estrés/ansiedad cuando ve al león, nosotros sentimos ansiedad cuando ¡imaginamos que viene el león! Y normalmente, no suele venir…
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José R. Martín
Psicólogo Sanitario Col. 24026
