El proceso del duelo se divide en diferentes etapas o fases que más o menos todos hemos escuchado alguna vez. Debemos decir que estas etapas no tienen un tiempo determinado de avance, ni pasar a una etapa significa dejar atrás la anterior. El proceso del duelo suele ser como un proceso fluido en el que a veces las etapas se superponen antes de no volver a ellas nunca más, avanzar y volver atrás es normal en este proceso vital.
También es importante decir que cuando muere un ser querido es normal estar triste y estar mal. Incluso es deseable. ¿Por qué decimos esto? Porque no hay que evitar las emociones, si nos pasa una cosa triste es normal y saludable estarlo, igual que si nos pasa un acontecimiento feliz es sano estarlo (hay persona que incluso evitan ambas).
¿Cómo sabemos cuándo es normal o no estar triste o cuándo acudir a un psicólogo? Este aspecto ya lo comentamos en un artículo anterior, no hace falta tener un problema en el duelo para acudir al psicólogo, puedes querer ir simplemente como situación de desahogo. En todo caso, si sientes que tu vida lleva parada demasiado tiempo, y que hay aspectos en los que no te acabas de encontrar bien y no logras avanzar, consulta con un psicólogo y puede ayudarte a sacarte de dudas.
Fase 1: Shock.
La persona puede reaccionar de distinta manera si la muerte ya estaba prevista o no lo estaba. Si no lo estaba la sintomatología de shock puede ser más intensa. En esta fase los síntomas suelen ser de despersonalización y muchas veces de desrealización. La persona puede sentirse mal y no entender bien lo que está sucediendo, no acabar de conectar con lo que sucede y producirse una especie de negación de lo sucedido, como si no hubiese pasado o no se pudiese aceptar la realidad (fluyendo con la fase 2).
Fase 2: Evitación y negación.
Una vez la persona empieza a conectar con su propia realidad y con sus emociones, empieza a dejar de estar en shock. En esta etapa es habitual empezar a tomar conciencia de la gravedad de la situación vivida, lo que supone que como la persona comienza a tener contacto con la emoción del dolor, esta puede ser tan intensa que se tiende a negarla (mecanismo de defensa evitativo). Por tanto, la persona puede llegar a evitar temas de conversación, personas, lugares, etc. También es habitual utilizar la emoción de la ira como emoción parásita para evitar tomar contacto con la emoción de la tristeza.
Fase 3: Conexión e integración.
Al empezar a superar la fase anterior ya es difícil tener una actitud evitativa y se contacta más habitualmente con la emoción del dolor y la tristeza, lo que hace que la tolerancia a esta aumente. Esta también puede ser una fase de reflexión sobre la relación entre ambas personas incluso de rememorar asuntos pendientes, recuerdos felices, tristes, etc. La persona es consciente emocionalmente de la pérdida de la persona querida y deja atrás las fases anteriores, aunque esto puede fluctuar.
Fase 4: Crecimiento y transformación.
Es una época en la que la persona trata de integrar todo lo sucedido y todo lo vivido, y como la sintomatología suele ser menos intensa, la persona puede empezar en esta fase a crecer, a comenzar a rehacer el vacío que la otra persona ha dejado en ella. Dentro de esta fase también se puede empezar a sentir culpabilidad por empezar a mejorar y a no sentirse triste.
Hay mucho debate sobre el tiempo “normal” en el que un duelo sano debe suceder. En mi opinión cada persona tiene un ritmo diferente de superación y depende de muchos factores. Para una persona un determinado tiempo puede ser suficiente y a otra persona le resultará corto para poder realizar todo el proceso. Lo que sí que es cierto es que durante todo el proceso del duelo hemos visto que puede haber pequeñas complicaciones que impida realizar el proceso de forma natural, entonces tendríamos un duelo complicado.
Si crees que puedes estar pasando un duelo complicado, que ya deberías haber pasado alguna etapa, y buscas un psicólogo en Sabadell, ponte en contacto con nosotros y hablemos de tu caso.
Artículo inspirado en el monográfico de Merche Morales de el duelo, acompañamiento en terapia.
Centro de Psicología InSight
José R. Martín
Col. 24026
