Habilidades sociales

Claves para mejorar la empatía

La empatía es una de las habilidades fundamentales en la práctica psicológica. No basta con comprender la teoría, es necesario aplicarla de manera efectiva en consulta.

Para muchos profesionales, conectar de forma auténtica con cada paciente sin perder objetividad es un desafío constante. Mejorar la empatía fortalece la relación terapéutica y optimiza los resultados del tratamiento.

Empatía en la práctica psicológica: más que comprender al otro

Escuchar y comprender los sentimientos del paciente no es suficiente. En terapia, la empatía implica captar tanto el contenido explícito como el significado subyacente de lo que se expresa. Se trata de validar las emociones sin imponer interpretaciones propias, permitiendo que el paciente se sienta comprendido sin juicios.

El riesgo de una empatía mal gestionada es caer en la sobreidentificación, donde el terapeuta pierde objetividad, o en una respuesta demasiado distante, donde el paciente percibe frialdad. Encontrar el punto de equilibrio es clave.

Empatia psicologo

Escucha activa: la base de una empatía eficaz

La escucha activa no se limita a oír las palabras del paciente. Involucra atención plena, reformulación y una actitud de apertura.

Para mejorar esta habilidad:

  • Evitar distracciones: mantener contacto visual, reducir movimientos innecesarios y asegurarse de que el entorno favorezca la concentración.
  • Observar el lenguaje no verbal: gestos, tono de voz y pausas pueden dar más información que las palabras.
  • Responder de manera reflexiva: reformular lo dicho por el paciente y validar su experiencia ayuda a generar confianza.

Un error común es adelantarse con consejos o soluciones antes de que el paciente haya terminado de expresar lo que siente. Escuchar sin prisas y con genuina curiosidad es esencial.

Autoconocimiento: detectar y gestionar sesgos

Todos los profesionales tienen creencias y experiencias previas que pueden influir en su percepción de los pacientes. Ser consciente de estos factores es crucial para evitar juicios involuntarios.

Para trabajar el autoconocimiento:

  • Reflexionar sobre respuestas automáticas: preguntarse qué emociones despierta cada paciente y por qué.
  • Buscar supervisión: compartir casos con colegas o supervisores ayuda a detectar sesgos no conscientes.
  • Ampliar perspectivas: leer sobre experiencias de personas con trasfondos distintos puede mejorar la comprensión de realidades diversas.

Regulación emocional: evitar la sobrecarga sin perder cercanía

Un psicólogo que absorbe demasiado las emociones del paciente puede experimentar fatiga emocional o desgaste profesional. Por otro lado, una actitud demasiado distante puede dificultar la conexión terapéutica.

Algunas estrategias para mantener el equilibrio incluyen:

  • Técnicas de relajación antes y después de cada sesión: respiración profunda o mindfulness pueden ayudar a liberar tensiones.
  • Establecer límites internos: recordar que el papel del terapeuta es acompañar, no resolver la vida del paciente.
  • Supervisión y autocuidado: espacios de reflexión y descanso son esenciales para sostener una práctica empática sin desgaste.

Lenguaje empático: elegir bien las palabras

El modo en que se comunica un mensaje influye en la relación terapéutica. El lenguaje debe ser claro, sin minimizar ni dramatizar la experiencia del paciente.

Ejemplos de reformulación:

Mal: “No deberías sentirte así.”
Bien: “Entiendo que esto es difícil para ti. ¿Quieres contarme más sobre cómo lo vives?”

Mal: “Esto te pasa porque no has intentado suficiente.”
Bien: “Parece que has intentado varias estrategias. ¿Qué crees que ha funcionado mejor hasta ahora?”

Exposición a diferentes perspectivas

La empatía se desarrolla mejorando la capacidad de comprender realidades ajenas. Ampliar la perspectiva del terapeuta ayuda a tratar cada caso con mayor apertura.

Algunas formas de hacerlo:

  • Interacción con pacientes de diversos orígenes y problemáticas.
  • Lectura de estudios de caso y testimonios en primera persona.
  • Participación en formaciones sobre enfoques terapéuticos distintos.

Empatía en la práctica online

Las terapias online han aumentado, y con ello, el reto de transmitir empatía sin contacto físico ni comunicación no verbal completa. Adaptar la expresión y el tono de voz es fundamental.

Algunas recomendaciones para mejorar la empatía en sesiones online:

  • Usar pausas estratégicas: dejar espacios para que el paciente procese y responda.
  • Verificar la comprensión: reformular lo dicho por el paciente para asegurarse de que se ha captado el mensaje.
  • Mostrar atención visual: mirar a la cámara en lugar de la pantalla para generar mayor conexión.

Consulta psicologo

La escucha activa, el autoconocimiento, la regulación emocional y la adaptación del lenguaje son claves para mejorar la relación con los pacientes.

Reflexionar sobre la propia práctica y buscar estrategias de mejora, beneficia a los pacientes y ayuda al terapeuta a ejercer su profesión de manera más equilibrada y efectiva.

¿Cómo aplicas la empatía en tu práctica diaria? Identificar áreas de mejora puede marcar una gran diferencia en el impacto del tratamiento.

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