¿Alguna vez te has preguntado por qué reaccionas de determinada manera en situaciones de estrés o conflicto? Nuestro temperamento y tipo de carácter influyen en cómo afrontamos las emociones, tomamos decisiones y nos relacionamos con los demás.
Comprender estas dimensiones de la personalidad nos ayuda a mejorar nuestro autoconocimiento y aporta claridad a nuestras relaciones personales y profesionales.
¿Qué son el carácter y el temperamento?
En psicología, distinguimos dos componentes esenciales de la personalidad:
- Temperamento: parte innata y biológica, observable desde la infancia, que determina nuestra reactividad emocional y nivel de energía. Es el «hardware» con el que nacemos.
- Carácter: construido a lo largo de la vida, moldeado por la educación, la cultura y las experiencias. Es nuestro «software», el conjunto de valores, creencias y hábitos que desarrollamos.
Esta distinción nos permite trabajar tanto en la aceptación de nuestras predisposiciones naturales como en la transformación de patrones aprendidos para mejorar nuestro bienestar.
Tipos de carácter según la teoría de los cuatro temperamentos
La teoría de los cuatro temperamentos, originaria de la Antigua Grecia y adaptada por la psicología moderna, identifica cuatro perfiles fundamentales:
1. Colérico
- Rasgos: energía elevada, determinación y fuerte voluntad.
- Fortalezas: gran capacidad de liderazgo, resolución rápida de conflictos, gran motivación para alcanzar metas.
- Áreas de mejora: impulsividad, irritabilidad y dificultad para desconectar.
- Estrategia: integrar prácticas de relajación y programación de descansos regulares.
2. Melancólico
- Rasgos: reflexión profunda, sensibilidad y perfeccionismo.
- Fortalezas: creatividad, empatía y atención al detalle.
- Áreas de mejora: tendencia a la autocrítica, preocupación excesiva y procrastinación.
- Estrategia: establecer objetivos realistas y celebrar pequeños logros.
3. Sanguíneo
- Rasgos: extroversión, optimismo y sociabilidad.
- Fortalezas: facilidad para conectar, alta adaptabilidad y entusiasmo.
- Áreas de mejora: dispersión de atención, falta de constancia y tendencia a evitar compromisos.
- Estrategia: usar herramientas de gestión del tiempo y establecer recordatorios.
4. Flemático
- Rasgos: calma, paciencia y estabilidad emocional.
- Fortalezas: tolerancia al estrés, escucha activa y diplomacia.
- Áreas de mejora: evitación de conflictos, pasividad y resistencia al cambio.
- Estrategia: practicar la toma de decisiones progresiva y técnicas de asertividad.
La mayoría de nosotros tenemos una combinación de temperamentos. Identificar el perfil dominante y los secundarios permite diseñar un plan de gestión emocional personalizado.
Temperamentos mixtos: ¿cómo saber tu combinación?
Más allá de los cuatro temperamentos puros, existen combinaciones que aportan matices únicos:
- Colérico-sanguíneo: energía y sociabilidad, ideal para roles creativos, pero con riesgo de dispersión.
- Melancólico-flemático: sensibilidad y estabilidad, perfecto para tareas de atención y cuidado, pero con tendencia a retraerse.
- Sanguíneo-melancólico: entusiasmo y reflexión, útil en proyectos colaborativos, aunque puede generar dudas frecuentes.
Conocer tu combinación dominante te ayuda a equilibrar fortalezas y afrontar las debilidades. Si quieres más información puedes pedir una terapia presencial con nosotros.
Estrategias avanzadas para gestionar tu temperamento
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Autoconocimiento profundo
Herramienta: test de temperamento validado (Ej. test de Eysenck).
Aplicación: realiza el test y revisa los resultados con un profesional para contextualizar el informe.
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Programación neurolingüística (PNL)
Técnica: anclaje de estados emocionales positivos (crear un gesto o palabra que evoque calma).
Beneficio: controlar la respuesta al estrés en situaciones críticas.
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Mindfulness y meditación guiada
Práctica: sesiones diarias de 10-15 minutos con apps o guías profesionales.
Impacto: reducción de la reactividad emocional y mejora de la concentración.
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Gestión cognitivo-conductual
Ejercicio: registro ABC (Antecedente, Conducta, Consecuencia) para identificar patrones de respuesta.
Objetivo: reformular pensamientos disfuncionales y reemplazarlos por otros más adaptativos.
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Entrenamiento en comunicación asertiva
Dinámica: role-playing con un compañero o terapeuta para practicar el método DESC.
Resultado: mejora de la confianza y reducción de conflictos interpersonales.
Plan de acción: 30 días para equilibrar tu temperamento
Proponemos un calendario de 4 semanas para integrar hábitos saludables:
- Semana 1: diario de emociones y test de temperamento.
- Semana 2: inicia práctica de respiración consciente y mindfulness.
- Semana 3: implementa anclajes PNL y registro ABC.
- Semana 4: sesiones prácticas de comunicación asertiva y revisión de progreso.
Al finalizar, analiza tus avances y ajusta las técnicas según tus necesidades.
Trabajar en el autoconocimiento de nuestro temperamento y carácter es esencial para alcanzar un equilibrio emocional sólido. Con las herramientas adecuadas y la guía profesional, puedes transformar tu estilo de afrontamiento y mejorar tus relaciones.
Reserva tu sesión de psicoterapia presencial en nuestro centro de Sabadell.



