El trastorno límite de la personalidad (TLP) es una condición caracterizada por la inestabilidad en las relaciones interpersonales, la imagen de sí mismo y el estado de ánimo, así como por una marcada impulsividad y dificultad para organizar coherentemente los pensamientos. Estos elementos se refuerzan mutuamente, generando una angustia considerable y un comportamiento problemático. Por ello, las personas afectadas, aunque están dotadas de muchos recursos personales y sociales, alcanzan sus objetivos con dificultad y esfuerzo.
¿Cómo diagnosticar un trastorno límite de la personalidad?
Los individuos borderline presentan una marcada inestabilidad emocional; pueden vivir momentos de tranquilidad y repentinamente sentir una fuerte tristeza, ira o culpa. A veces sienten un fuerte caos emocional por experimentar sentimientos conflictivos al mismo tiempo. La regulación de sus estados emocionales es difícil y a menudo actúan de forma impulsiva, sin pensar en las consecuencias de sus actos. Van acompañados de sentimientos de abandono, generalmente asociados a una incapacidad de estar solos y a una necesidad extrema de tener a una persona junto a ellos.
La percepción de la separación/pérdida y del rechazo puede provocar alteraciones incluso profundas en la imagen de sí mismo, el estado de ánimo, los procesos cognitivos y el comportamiento.
Las personas con trastorno límite de la personalidad a menudo tienden a idealizar a otras personas y a devaluarlas rápidamente, sintiendo que la otra persona no se preocupa lo suficiente por ellas o no está lo suficientemente «presente». Las relaciones que entablan son turbulentas, intensas y caóticas. No hay término medio.
Los individuos con trastorno límite de la personalidad manifiestan conductas suicidas, autolesivas recurrentes o amenazas.
Pueden tener un patrón de boicot cuando el objetivo está a punto de realizarse (por ejemplo, retirarse de la escuela cuando están a un paso de la graduación). Algunos individuos pueden desarrollar síntomas de tipo psicótico (por ejemplo, alucinaciones) durante los períodos de alto estrés. Todos estos aspectos llevan a la persona a percibirse como “inadecuada, frágil».
Posibles causas del trastorno límite de la personalidad
Existe una gran variabilidad en la aparición del trastorno límite de la personalidad. La tendencia más frecuente es la inestabilidad crónica en los primeros años de la vida adulta, con episodios incluso graves de descontrol de las emociones y los impulsos y el uso frecuente de servicios sanitarios y mentales. Por lo general, en torno a los 40 o 50 años, los individuos con trastorno límite de la personalidad alcanzan una mayor estabilidad en las relaciones y el trabajo y, al cabo de unos 10 años, al menos la mitad de los individuos ya no muestran patrones de comportamiento que cumplan todos los criterios del trastorno límite de la personalidad.
¿Cómo curar el trastorno límite de la personalidad?
El trastorno límite de la personalidad es uno de los más estudiados. El tratamiento más eficaz para este trastorno es la psicoterapia individual, posiblemente acompañada de farmacoterapia.
En la actualidad, los tratamientos que incluyen diferentes terapias intensivas son los más eficaces, entre ellos:
- La Terapia Dialéctica Conductual (TDC) de Marsha Linehan, es un tratamiento integrado de orientación cognitivo-conductual validado con ensayos controlados aleatorios. Según Linehan, el trastorno límite es el resultado de factores genéticos y ambientales y se caracteriza por una sensibilidad innata, una intensidad emocional y una escasa capacidad para controlar las emociones (desregulación emocional).
- La terapia de esquemas (SFT) de Jeffrey Young es un tratamiento que integra el enfoque cognitivo-conductual con los enfoques de las relaciones objetales y la Gestalt. Según este enfoque, en el paciente borderline están activos los esquemas maladaptativos tempranos y las estrategias de afrontamiento que dan lugar a otros esquemas específicos.
- La terapia cognitivo-analítica de Ryle es un tratamiento que integra la orientación cognitiva con la orientación psicoanalítica. Se basa en reconstruir y dominar las imágenes del yo y del otro y sus transiciones.
- La terapia metacognitiva interpersonal (TMI) se centra principalmente en la regulación de los estados mentales problemáticos que se activan tanto dentro como fuera de la sesión. Después, se enseñan estrategias de dominio, o de regulación emocional, que pueden ayudar al paciente a manejar el estado problemático de una manera más funcional.
No todos los pacientes borderline experimentan los mismos síntomas. Algunas personas pueden experimentar algunos de ellos, mientras que otras experimentan la mayoría. Si crees que sufres este trastorno, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de psicólogos.