El Análisis Transaccional es un modelo de psicoterapia propuesto por Eric Berne a partir del año 1950 que se engloba dentro de la psicología humanista. Dentro de su teoría de la personalidad, encontramos un concepto importante para el éxito del crecimiento personal de los clientes, el guión de la vida.
Este concepto puede tener otros nombres como el argumento de la vida o el libreto de la vida, pero el modelo PIH utiliza la denominación Guión de la Vida ya que es más entendible a nivel terapéutico.
Pero ¿qué significa, qué importancia tiene? El guión de la vida es un concepto que plantea una serie de introyecciones o aprendizajes (beneficiosas o no) arraigadas en las personas durante la primera infancia y los años posteriores. Vendría a ser un programa establecido de forma inconsciente que puede llegar a dirigir los aspectos más importantes de la vida de las personas.
Para explicar este concepto de Eric Berne de manera más sencilla, podríamos decir que el guión de la vida es un camino o una guía primordial, aprendido en la infancia, que de forma inconsciente hace al adulto proyectar sus decisiones y su vida hacia una determinada manera de vivir o de orientar su proyecto vital.
Este guión suele ser inconsciente y en ocasiones es un factor importante que obstaculiza el crecimiento personal de las personas, por lo que puede acabar provocando malestar psicológico. También podemos decir que el guión de la vida también puede ser beneficioso y estar acorde con nuestros deseos y objetivos, por lo que no producirá perjuicio alguno.
El malestar que este guión puede provocar viene dado por la incongruencia entre nuestros deseos u objetivos en la vida y la dirección o bloqueos que esta introyección inconsciente puede provocarnos. Por ejemplo, si nuestro guión de la vida nos proyecta hacia el fracaso, hacia la soledad o hacia el desastre en nuestras relaciones, podemos sentir un profundo malestar si estos caminos no son los que nosotros queremos en nuestra vida. Cuando hay una diferencia entre el camino que nos marca nuestro guión de la vida y nuestros objetivos y deseos actuales, se produce un malestar psicológico y emocional, que, aunque no somos consciente de qué lo está causando, es evidente el freno al que nos vemos abocados y las consecuencias de este.
Este guión se consigue introyectar gracias a los deseos del niño en mantener el amor de sus padres hacia él. Con tal de conseguir este objetivo, en la infancia podemos adaptarnos a los deseos de nuestros padres (o lo que nosotros entendemos) introyectando de esta manera prohibiciones o mandatos inhibidores. Debemos decir también que habitualmente en la infancia se introyectan aspectos que, aunque los padres no pretendan decir de manera literal, los niños y niñas interpretan a su manera y lo modifican de manera adaptativa.
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Referencias: Rosal, R. El guión de la vida. Instituto Erich Fromm
Centro InSight
José R. Martín
Col. 24026